APRENDER A PENSAR EN UN MUNDO CAMBIANTE Y CÓMO ENSEÑAMOS FILOSOFÍA EN ARCADIA

Vivimos en un mundo cambiante en el que, cada vez con más frecuencia, debemos adaptarnos a situaciones completamente nuevas.

Como padres y como docentes no podemos prever qué aprendizajes concretos necesitarán nuestros hijos o hijas en el futuro, pero sí sabemos que necesitarán pensar. Necesitarán hacerlo de un modo flexible, rápido, correcto, eficaz y ético.

En el colegio Arcadia nos ocupamos de este aspecto de una forma muy intensa desde Infantil hasta bachillerato. Lo hacemos cuidando su parte emocional y social, teniendo en cuenta sus inteligencias múltiples, utilizando rutinas y destrezas de pensamiento, fomentando una participación activa en la vida del centro, etc…

Pero al llegar a la adolescencia hay una asignatura que se encarga de llenar la mochila de estos recursos de manera preeminente: la Filosofía.

Filosofía aparece en 4º de la ESO como asignatura optativa, en primero de Bachillerato como obligatoria y en 2º de Bachillerato deben cursarla aquellos alumnos que escojan la modalidad de Humanidades o Ciencias Sociales.

Esta disciplina tiene su origen en Grecia y está basada en la idea de que todos los seres humanos somos curiosos por naturaleza, todo ser humano desea saber, y así se convierte en un amante de la sabiduría, en un filósofo.

Entonces lo tenemos muy fácil, basta con que permitamos a nuestro alumnado seguir manteniendo su curiosidad y amor al saber para poder enseñarles Filosofía.

Lo primero que hacemos al comenzar un curso es una dinámica en la que los alumnos y alumnas identifican sus miedos, la idea previa que tienen de la asignatura y para qué creen que puede servirles.

 

A partir del análisis de sus respuestas hacemos una presentación de la materia, de las diferentes unidades que abordaremos ese año, los objetivos que pretenderemos conseguir y el modo en el que lo vamos a evaluar.

El alumnado reflexiona sobre esa programación y consensúa cambios si lo considera necesario.

También hablamos de los materiales: necesitamos venir a clase con ojos y orejas filosóficos, con ganas de aportar razones de por qué decimos lo que decimos o hacemos lo que hacemos y con ganas de escuchar las razones de los demás. Esto forma parte de nuestra Unidad 0.

Entonces nos preguntamos ¿Qué es Filosofía? Primero seguimos un método inductivo, partimos de la pregunta, analizamos lo que sabemos, lo ponemos en común, debatimos y solo entonces la profe explica qué es Filosofía desde un punto de vista más académico.

Todos nuestros alumnos y alumnas se merecen tener éxito. Por eso utilizamos maneras muy diversas de exponer la información, objetivos diferentes y maneras distintas de llegar a ellos. Pero esto no tendría ningún sentido si no evaluamos también de formas distintas.

En Filosofía tenemos exámenes, sobre todo en Bachillerato, porque necesitamos entrenar este aspecto de cara a la EVAU, pero no siempre son iguales. Algunos están dedicados a desarrollar y contrastar ideas o a exponer opiniones argumentadas, otros se hacen en equipo o con apuntes, algunos son tipo test… Pero no solo se evalúa con exámenes, también lo hacemos con debates, exposiciones o proyectos.

Cada una de las unidades temáticas, las más académicas, comienza con una actividad “Gancho”: un vídeo, una canción, un corto, una poesía o una dinámica que suscite  curiosidad. Por ejemplo, comenzamos el tema de metafísica cerrando los ojos e imaginando un color, un olor y un sabor que nos sugiere esa palabra. Luego, en grupo de trabajo cooperativo, hacemos un “CSI” (color, símbolo, imagen) y esta actividad la revisamos al finalizar el tema para ver si ha cambiado algo respecto a las ideas previas.

Al finalizar cada unidad temática es el alumnado el encargado de realizar un repaso, lo hacen por grupos de trabajo y suelen ser muy divertidos y nemotécnicos. Con esto no solo conseguimos afianzar el temario, aprenden a hablar en público, a sintetizar contenidos, a exponerlos mediante presentaciones, a crear actividades, a cooperar con el grupo…

 

Pero en Filosofía no solo tenemos unidades temáticas, también tenemos proyectos. Uno de esos proyectos estrella es nuestro Escape Room en 1º de bachillerato. Al finalizar el primer trimestre, y después de haber aprendido lógica formal, nos vamos a jugar un Escape a Madrid. Cuando evaluamos esta salida se propone un reto: ¿somos capaces de crear algo así en el cole? La adrenalina está servida. ¡Y todos los años, lo consiguen!

 

Raquel Andrés de Castro

Subjefa de Estudios de Educación Secundaria

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