CUANDO LA MAGIA DEL «UNIVERSO DE LAS PALABRAS» LLEGÓ A ARCADIA
“Se trata de abrir las ventanas del mundo del aprendizaje sin límites, pero con respeto, sin dolor, pero con esfuerzo, sin tragedias, pero con magia… Sí, magia… ¡qué palabra!”
Mar Romera y Olga Martínez, coautoras del Universo de las palabras, escriben estas palabras en la presentación del Universo de las palabras. He comenzado con esta frase porque creo que resume en muy pocas palabras lo que nuestros niños y niñas se encuentran cuando se introducen en el mundo mágico del Universo. Cada día, al llegar al cole y al volver del cole, en casa, viven una aventura en la que los verdaderos protagonistas son ellos y ellas, los niños y las niñas.
Se trata de una evolución del trabajo por proyectos que recoge las propuestas y aportaciones de los grandes referentes de la educación y que pone el foco en el aprendizaje por descubrimiento y en el aprender a pensar. Desde un enfoque multicultural, el Universo de las palabras se adapta a todos los entornos y contextos, trabajando todas las competencias clave, añadiendo la competencia emocional y la físico-motriz, y teniendo en cuenta además las necesidades, fortalezas y debilidades, y el ritmo de aprendizaje de cada alumno y alumna.
“La clave de El Universo de las Palabras se encuentra en la no diferenciación de niveles entre los 3 y 8 años. Ellos y ellas serán quienes marquen la diferencia, la profundización y el nivel de ejecución de las habilidades y competencias, se trata de una recuperación de la filosofía de la escuela unitaria, donde la diferencia es un recurso, y la mezcla de niveles una de las principales estrategias para el aprendizaje”. (Mar Romera y Olga Martínez)
El hilo conductor, que introduce a los niños/as en el pensamiento mágico, es CLIN, un duende viajero bastante travieso, que los niños/as no ven, pero que se imaginan y que guía todo el proceso. Clin se alimenta de palabras que le proporcionan los niños y las niñas y se comunica con estos mediante cartas potenciando su curiosidad y motivación.
A partir de aquí comienza todo un proceso en el que el juego, la imaginación, las emociones, la investigación y la cooperación juegan un papel fundamental. Los niños y las niñas experimentan una estimulación a la totalidad, sienten, tocan, huelen, oyen, ven, exploran todos los lenguajes e inteligencias y aprenden por descubrimiento; la maestra y el maestro en este contexto se convierten en acompañantes, en guías de todo el proceso y no en meros transmisores de conocimientos.
Mediante la realización de tres tipos diferentes de proyectos: de investigación, de trabajo o vivenciales, los niños/as aprenden a categorizar, a estructurar su pensamiento, se trata de crear los contextos oportunos para el trabajo de competencias, de habilidades, de aprender haciendo. Cada tipo de proyecto tiene una temporalización determinada, pero todos finalizan en la elaboración de un producto y siguen unas fases y estructura determinada: Pensar qué queremos hacer, implementación del proyecto, anclaje y evaluación; lo cual permite a los niños/as trabajar en gran grupo, pequeño grupo y de manera individual para el anclaje de lo trabajado y lo aprendido.
En definitiva, se trata de abrir puertas a la cultura y al conocimiento, al gusto y al disfrute de lo nuevo, lo divertido, lo atrevido. Dar pequeñas pistas para grandes retos, y todo ello desde un proceso sistémico y organizado, pero sin romper con la creatividad o la posibilidad de explorar otros caminos.
“Esta propuesta va mucho más allá de la lectura y la escritura; es una sistematización global de propuestas de enseñanza-aprendizaje por descubrimiento, por proyectos, sin límites ni sesgos. Es una propuesta llena de aportaciones en la que se apuesta por EL VALOR DE LA CULTURA”. (Mar Romera y Olga Martínez)
En Arcadia, llevamos cuatro años implementando esta metodología y no pudimos hacer mejor elección. Los niños y niñas recorren el colegio, su casa, la casa de sus familiares… preguntándose cosas, mostrando curiosidad por la vida, el arte, la literatura, las letras, las palabras… Es inolvidable verlos preguntar a alumnos/as mayores de su cole, a profesores que se encuentran por el pasillo, a sus padres… Verlos y verlas en su Planeta (aula de Arcadia para cada nivel) poner palabras en un «panel de categorías» cada día, palabras que han traído con toda ilusión de casa para compartirlas con los compañeros. En definitiva, verlos, como hemos dicho, tener curiosidad, mostrar ganas por aprender cosas nuevas en un mundo en el que desgraciadamente hasta los niños pequeños han perdido la necesidad innata de aprender que todos llevamos dentro, porque en la escuela, en muchas ocasiones, se la hemos quitado. En Arcadia, intentamos devolvérsela y qué mejor que introduciéndolos en el maravilloso mundo del Universo de las Palabras.
Felipe Torrejón Sanjuán.
Jefe de estudios de Educación Primaria.