EN ARCADIA, SABEMOS QUE EL RECREO ES MUY IMPORTANTE PARA NUESTRO ALUMNADO
El momento del recreo para los niños y niñas de todos los colegios del mundo es un tiempo muy importante en su día a día escolar y en su relación con el medio y con los compañeros. Es el momento del juego, momento clave para su desarrollo y su aprendizaje. Por eso, cada vez toma más relevancia qué hacemos en el recreo que vaya más allá de jugar al fútbol o baloncesto, deportes que tradicionalmente han llenado los patios de todos los colegios. ¿Y si no me gusta el deporte, tengo otras alternativas que no sea aburrirme?
Hay niños y niñas que son capaces de crear su propia alternativa y los colegios con barro, rampas, árboles u otro tipo de elementos les ayudan a buscar libremente su manera de diversión solos (por elección) o acompañados. ¿Pero qué pasa con los niños que no quieren estar solos pero no tienen facilidad para gestionar su relación social? ¿Y con los que no son capaces de encontrar una alternativa a su distracción diferente a la que ven delante con los compañeros haciendo deporte y les gustaría que les ofrecieran otras opciones?
En Arcadia, hemos sido conscientes de esta importancia y ofrecemos a nuestro alumnado dos tipos de alternativas al recreo tradicional, en lo que hemos llamado el PROYECTO RECREOS DIVERTIDOS. Se trata de ofrecer alternativas al alumnado para que conozcan otro tipo de actividades posibles donde divertirse y coincidir con otros compañeros que van desde los paseos por el campo (tenemos la suerte de salir por la puerta del Centro y entrar de lleno en el Parque Regional del curso medio del Río Guadarrama), los juegos tradicionales de mesa (ajedrez, damas…), la lectura (pueden acceder a los libros, pues en Arcadia, la biblioteca está en los pasillos del colegio), los patines, o juegos tradicionales como la comba, el rescate, la cuerda, el pañuelo, las chapas o las peonzas.
El objetivo es la inclusión de todo nuestro alumnado también en los recreos, espacios que en ocasiones son los grandes olvidados de la educación y que cada vez necesitan también ser más específicos y dar a cada alumno o alumna del Centro otro momento más en el que hacerles sentir como en su propia casa.
CARLOS HIGUERAS NAFRÍA